27 octubre 2007

Parecía un sueño pero estaba ahí...

Todo un hallazgo. El madrugón del sábado ha merecido la pena. La cafeína no había hecho suficiente efecto, cuando la visión de este bicho me acabó despertar. Aún estoy frotándome los ojos porque parecía imposible que fuese real. Pero es real. En cuanto pueda, más novedades desde esta cápsula del tiempo que llegó a Valencia en 1951...

23 octubre 2007

Gigantes y Cabezones

Tierra de molinos, tierra de gigantes. Tierra de quijotes, tierra de "cabezones". En la reciente escapada a tierras manchegas no he podido más que estremecerme ante la visión de varios "cabezones", esperando plácidamente el final de sus días si alguien no se apiada de sus cansados chasis, corroídas chapas y apagados colores.

Monstruos de la carretera durante casi dos décadas, los Pegaso 1066 en sus varias versiones fueron auténticos reyes del transporte hasta la llegada de los articulados. Camiones pensados para 38.000 kilos oficiales de P.M.A., en la realidad casi siempre alegremente sobrepasados, a veces rozando las 50 toneladas, lanzándose por las tortuosas rutas de la época, recorriendo infatigables la piel de toro, arriba y abajo, y vuelta a empezar, entre sol y sudor, nieve y frío, lluvia y niebla. "Cuatropatas", "cuatroejes", "millepatte", "tausendfüßler"... Máquinas soberbias, únicas, robustas, nobles. Maquinones duros, lentos, señoriales, inolvidables...



Hoy, casi todos los supervivientes (pocos ya en realidad) reposan bajo el sol, retirados pero aún orgullosos, luciendo todavía su caballito volador, ese Pegaso, casi un Rocinante alado. Este 1066/52, bastante completo, incluyendo su motoraco de 260 cv, fue el primero en recibirnos...



A su lado, un 1066A, un chasis-cabina únicamente, despojado ya de motor, cambio, ejes, ruedas... una caverna se abre bajo su cabina, el vacío...



Y finalmente este otro, uno de los "encuentros" con nuestros queridos brutos mecánicos más acongojantes que he tenido en mucho tiempo, debió lucir increíblemente bien en su mejores días, pintada la cabina en marrón metalizado la parte superior, en dorado la inferior. Además con detalles tan castizos como las "pestañas" sobre los faros, los típicos y clásicos intermitentes de la época, la cuidadísima rotulación (a mano, todo un arte casi desaparecido), los famosos y reconocidos guarnecidos de Pinos (imitando en plástico los motivos de las mantas de la zona), etc. Ejemplar único de la fauna ibérica, esta maravilla rodante debía tener el corazón tan, pero tan grande, que se hizo también donante...



Y ahora duerme, silencioso...

02 octubre 2007

Ni una baja más. MRAP YA!

Por una sóla vez, en este blog voy a tratar de ser lo más políticamente incorrecto posible.

Podría hablar de política de defensa, pura y dura, cosa que a algunos puede erizar el vello y que otros ni siquiera saben que existe (lo cierto es que parece que no existe). Ya se sabe que en este país todo lo militar da alergia. Podría hablar de la validez de las misiones de nuestras tropas en el exterior. Podría hablar de los mandatos y no mandatos de la ONU por los cuáles enviamos nuestros soldados a los confines del mundo. Podría hablar de sus ROEs, tan discutibles. Podría hablar de todo eso pero no lo voy a hacer, porque este no es un blog político, aunque el que quiera discutirlo pues, oye, unas cervecitas y charlamos sobre políticas de defensa, solidaridades, responsabilidades, compromisos, la frontera este y todas esas cosas.

Voy a hablar simplemente de los blindados en que mandamos a nuestras tropas al extranjero. Sucede que las enviamos (tú, yo, tu vecino, tu presidente, tu gobierno, tu pais, nosotros) a sus misiones en vehículos BMR completamente inadecuados para soportar los peligros que les acechan por esos caminos de cabras, pedregales y rocallas por los que se mueven. El ministro Alonso aseguró recientemente en rueda de prensa "me dicen los expertos que los BMR están entre los mejores para este tipo de tareas". Una de dos, o el ministro miente como un bellaco, o en caso contrario le agradecería me presente a tales "expertos" para poderles aclarar las ideas. Los populares BMR han prestado grandes servicios hasta el momento, pero son ya 25 años de su entrada en servicio y pese a su puesta al día, sus niveles de protección resultan hoy por hoy ínfimos frente las amenazas actuales.

Los siguientes son BMR destruídos por minas e IEDs. El triste resultado en coste de vidas ya lo conocemos de sobra...







Los siguientes son varios modelos MRAP (Mine Resistant Ambush Protected) igualmente destruídos por minas e IEDs. Y los MRAP salvan vidas. En NINGUNO (increíble pero cierto) ha habido muertos...







Mientras los españolitos de buena voluntad rodamos en BMR, la totalidad de ejércitos con unidades expedicionarias en las mismas zonas en las que nos encontramos disponen ya de MRAPs: vehículos con casco en V y diseñados ex-profeso para soportar minas, IEDs, etc. El casco en V consigue que la energía de una explosión bajo o cerca del vehículo se disperse sin reventarlo. Justo al contrario sucede en el casco plano de nuestros BMR y Vamtac: la energía de la explosión se acumula y reverbera con los tristes resultados que hemos sufrido las pasadas semanas. Más aún, en los MRAP todos los elementos mecánicos y extra posibles son montados exteriormente al casco: caja de cambios, caja transfer, ejes, suspensiones, bodegas de carga, etc. Son elementos prescindibles, en caso de explosión absorben energía que no se transferirá al casco y sus ocupantes. En la inmensa mayoría de ocasiones en que el MRAP ha resultado baja total, los usuarios han resultado heridos o contusionados, pero no ha habido bajas ni heridos de consideración.

Ahora tenemos dos opciones...

La opción de comprar aunque sea un número limitado de unidades MRAP, 100 unidades, incluso menos, que se vayan rotando y entregando a las unidades que se envían a zonas en conflicto. Podemos fabricarlos nosotros, sería lo deseable y tenemos capacidad para ello, pero debido al largo proceso de diseño, desarrollo y producción, es inutil pensar en esa vía: se necesitan YA. Se deben comprar dentro de los modelos disponibles hoy en día y pese a la inmensa demanda existente aún sería posible conseguirlos en un plazo relativamente breve de tiempo.

Y tenemos la otra opción, la opción que casi sin duda ninguna es la que nos espera, viendo como nuestra clase política se tira los trastos a la cabeza sin llegar a soluciones de verdad, entre la ceguera y la cicatería de unos, y la soberbia y la chulería de otros: hacer que nuestras tropas, de regreso a casa, sigan volviendo en cajas de madera, en cachitos o sin piernas como está sucediendo estos días...