29 noviembre 2009

El origen de las especies

Este blog cumple hoy cuatro años. Que se dice pronto. Y para celebrarlo, qué mejor forma que traer aquí al vehículo que más ha marcado y contribuído al desarrollo de la automoción a nivel global. El origen de las especies, el Jeep, esa máquinita indómita y salvaje que tiene por hábitat cualquier territorio que otros no se atreven a pisar. Y en concreto el prototipo del Jeep, el Bantam No1.



Uno de los grandes acontecimientos de internet en los últimos años ha sido la apertura de los archivos gráficos de la revista Life. Y entre las innumerables joyas y sorpresas que hemos podido descubrir, hay seis fotos magníficas del Bantam No1 mientras era puesto a prueba en los terrenos de Fort Holabird, lugar mítico pues durante décadas pasaron por el mismo cientos de prototipos para su aceptación por el US Army. Disfrutadlas, son historia en estado puro. El origen de las especies.





El parto del Jeep, como suele suceder con los grandes personajes de la historia, fue complicado (y hay magníficos libros dedicados en profundidad a su concepción y evolución). Desde hacía tiempo el US Army, al igual que muchos otros ejércitos, andaba detrás del concepto de un 4x4 ligero, pequeño, capaz para dos soldados y algo de carga, que sirviera como vehículo de reconocimiento y enlace. Había ideas, bocetos, dibujos, pero poco más, y mientras la guerra se adivinaba cada vez más cercana para los Estados Unidos. Enviada la invitación a concurso a 135 fabricantes por el Quartermaster Corps, 22 días era el plazo fijado para presentar una oferta económica y 45 días el tope imposible para entregar un prototipo de lo que luego sería universalmente conocido como Jeep...



Salvo Bantam, Willys y Ford, ninguna compañía más se presentó visto el ínfimo tiempo disponible y el inexistente "know-how" para una categoría de vehículos aún por crear. Willys y Ford se limitaron a presentar la oferta económica, pero Bantam además aceptó el reto, pese al poco tiempo y los pocos medios disponibles, de construir su vehículo. A su favor, en Bantam reunían experiencia, talento y esfuerzo en directivos, ingenieros y operarios como Harold Crist, Karl Probst, Francis Fenn, Chester Hempling, Ralph Turner, etc.





Y así el 23 de diciembre de 1940 entregaban en Fort Holabird el prototipo con el que nacería una leyenda. Luego vendrían una serie de triquiñuelas, zancadillas e intereses de todo tipo que apartarían a Bantam de los honores y beneficios de su trabajo para regalárselos a Willys y en menor medida a Ford. Afortunadamente, el tiempo y la historia le han devuelto a Bantam, al menos, los primeros.

24 noviembre 2009

Vuelta a empezar para el USMC

Curioso ver cómo se repite la historia. En los primeros años 50 el USMC desarrolló su teoría del "despliegue vertical", que implicaba la inserción de tropas y vehículos en la misma primera línea de frente de la forma más rápida y breve posible. Y aunque el concepto resultó fallido por las limitaciones tecnológicas del momento (pese a que el vehículo de ruedas si funcionó, más adelante volveré a este), los US Marines nunca han dejado de darle vueltas al mismo. Y así hoy, más de 50 años después, el mismo concepto y los casi mismos problemas llevan al USMC a similar encrucijada. El V-22 Osprey, bicharraco alrededor del cual gira buena parte del futuro (que no presente) concepto de despliegue del USMC, además de un desarrollo largo, caro, polémico y repleto de problemas, resulta incapaz de cargar un Humvee o similar en su interior. De modo que había que inventar algo...




El invento que responde al concepto de ITV (Internally Transportable Vehicle) se llama Growler y del mismo han resultado dos versiones, una de chasis largo para reconocimiento y otra de chasis corto que actúa como tractor por un lado del nuevo mortero de 120 mm (basado en el Thomson-Brandt francés) y por otro de su remolque de munición, dueto que forma el EFSS (Expeditionary Fire Support System).



El problema es que el Growler ha tardado casi 10 años en ser (malamente) desarrollado, mostrando contínuos problemas en las pruebas, y el precio final por unidad ha resultado de más del doble de lo contratado en un principio con General Dynamics, ganadora del concurso (de 94.000 dólares en 2004 a 209.000 en 2008). El vehículo fue ideado en principio por American Growler, un pequeño negocio especializado en construir 4x4 "extremos" empleando stocks remanentes de piezas de los antiguos M151 MUTT para ello. Tras las primeras pruebas y duras críticas, y ya bajo la sombrilla todopoderosa de General Dynamics, la plataforma se evolucionó con un nuevo motor de General Motors, nueva suspensión neumática, frenos y dirección asistidos, refrigeración reforzada, etc. Así las cosas, unas 30 unidades están ya entregadas y a la espera de ser enviadas a Afghanistán, eso si los problemas de fiabilidad se acaban solucionando y si los Osprey que los deben portar son igualmente desplegados (parece ser que sufren "mal de altura", aparte de los ya conocidos problemas). En todo caso, y ya hablaré en otro post de él, el aspecto del Growler me recuerda en parte a su lejano "antecesor" de los años 50, el M422 Mighty Mite que tan buen servicio dió a los Lethernecks...