07 septiembre 2008

El camión inglés Leyland



Así rezaba la gruesa placa roja fijada en los laterales del motor de aquellos camiones británicos que tan populares fueron en España a partir de los años 50. Tras la SGM y hasta mediados los 60, las marcas comerciales británicas gozaron de una cuota de mercado mundial impresionante. La guerra había dejado a la Gran Bretaña al borde la bancarrota financiera, y terminado el conflicto el gobierno de su graciosa majestad hizo todo lo posible por revitalizar las exportaciones de todo tipo, atraer divisas y recuperar el estado de sus exiguas reservas. Para ello, se llegó incluso a racionar la cuota de vehículos comerciales disponibles para el mercado doméstico y destinar así la inmensa mayoría de la producción a la exportación. Otra medida, no menos expeditiva y traumática, fue la creación por parte del primer gobierno laborista del British Road Services, entidad estatal que aglutinaría las flotas (nacionalizadas a golpe de decreto) de los operadores especializados en larga y media distancia. Con ello se pretendía la mejor regulación de esas actividades, pero a nadie escapaba que ello era también un método encubierto de proteger y tutelar el ferrocarril. Este experimento no saldría bien...



A nuestra piel de toro, hambrienta y carente en todos los sentidos, llegaron ejemplares prácticamente de todas y cada una de las marcas británicas del momento, unas con mayor fortuna que otras, según las bondades del producto o las habilidades comerciales (y políticas, que también contaban mucho) de sus aventurados importadores. Una importante baza de todos ellos era que se trataba de "oilers" (diesels) de origen, cosa que los hacía muy atractivos en detrimento de modelos americanos, por ejemplo, que solían ser de gasolina. Seddon, Bedford, Morris, Atkinson, Austin, Dennis, ERF... incluso marcas muy pequeñas como JNSN y sus curiosos camiones "monocoques" (fabricante luego de los míticos deportivos Jensen Interceptor) vendieron aquí sus productos. Pero sin duda los grandes triunfadores de esta invasión previa al turismo anglosajón, fueron AEC-ACLO, Guy y especialmente Leyland. Los dos primeros tuvieron buen ojo y enseguida se dedicaron primordialmente a copar el mercado de autobuses y autocares, sin descuidar los camiones por supuesto. Leyland tenía una gama muy amplia de potencias y capacidades y ello le permitió atender todo tipo de clientes y necesidades. Dos modelos en concreto la consagraron en España y dejaron un recuerdo imborrable entre los transportistas: el Leyland Hippo (un 6x4 pesado, señorial e inconfundible) y el Leyland Comet (el que presento aquí de Transportes Sanfélix) de gama media y que se hizo con un impresionante trozo de tarta.



Por la zona de Valencia los Comet se hicieron especialmente conocidos, sobre todo en las cooperativas de transportes y almacenes de naranja donde casi rozaron el monopolio durante unos años, tales eran sus ventas. El primer modelo en llegar fue el Comet 75, al que siguió en 1952 el Comet 90 con el nuevo motor O.351. Se demostraron excepcionalmente duros y fiables, rodando estoicamente con su peculiar sonido ya fuese entre huertos de naranjos o el pobre asfalto de la época. Un detalle poco conocido es que su cabina es fruto de un acuerdo con Ford Dagenham y Dodge Kew, que decidieron ahorrar costes para sus nuevos camiones encargando una célula común a la conocida carrocera Briggs Motor Bodies, pero con detalles propios en el frontal para diferenciar unas de otras (aunque Dodge solicitó un capó específico que dió origen al apodo de "vaca seca" para ese modelo en España). Entre nosotros, esa cabina se hizo aún más habitual cuando Motor Ibérica lanzó el Ebro B35/B45 (versión "patanegra" del Ford Thames ET6) del que ya hablaré en otra ocasión con jugosa información que dispongo. Otro detalle curioso y muy típico en los camiones de la época era la "litera" que se fabricaba en el frontal de la caja de carga, y a la que se accedía desde la cabina por medio un fuelle de lona que conectaba ambas. El Leyland que os pongo por desgracia ha desaparecido ya del lugar donde reposaba. Vaya por tanto este post como pequeño homenaje al mismo, y a sus hermanos y "primos" que dormían al sol y aún se siguen recuperando...

5 comentarios:

Jose Luis dijo...

Ay! Cuantas veces veía yo a este ejemplar de (no tan)pequeño y no lo cacé... Estaba situado por la zona norte, si mal no recuerdo (Massamagrell, Museros..)
Gracias por devolverlo a la vida.
Un gran reportaje!

Jose Luis dijo...

Miento..estaba en la carretera Naquera Moncada..

Javier Diesel dijo...

Exacto, ahí lo cazamos. Y durante unos años antes, si no recuerdo mal, estuvo en Picanya, en una campa donde reposaba en compañía de unos viejos MAN sesentones de la misma empresa.

Anónimo dijo...

http://www.clasifotos.es/p434738655/h312ea11a#h312ea11a

una serie de fotos del mismo en marzo de 2004. Otro igual estuvo a finales de los 90 junta a la N232 por la zona del Verger Oliva.

Anónimo dijo...

TENGO UNO EN EXCELENTE ESTADO EN MENDOZA - mariano_fer_3@hotmail.com