21 enero 2008

El Frankenstein del Báltico

La necesidad aguza el ingenio, como ya vimos en el post dedicado al "Fenómeno en Madriles". Otro ejemplo, igualmente curioso y peculiar, pero esta vez bastante más lejos, a orillas del Báltico y en concreto en Estonia. Se trata de un robusto Henschel 33, sin duda un veterano de la Wehrmacht abandonado tras la retirada alemana, y cómo no aprovechado por un avezado emprendedor que le ha adaptado una cabina de un Berliet GDR, otro viejo guerrero también llegado con las tropas germanas. Cualquiera podría pensar que salió así de fábrica viendo la magnífica estética del resultado final...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como entusiasta de la marca, no podía quedarme indiferente ante esa preciosidad, aunque lleve la cabina trasplantada.
Gracias por el blog Javier.

Saludos.

HD.