03 marzo 2008

La sangre rosa de la guerra

Sin duda ninguna, la buena colección de libros de historia que tenía y tiene mi padre es una de las causas primordiales de donde me viene esta afición. No levantaba yo mucho del suelo cuando ya había en la librería un par de tomos de símil piel marrón que me llamaban poderosamente la atención. Se trataba de "La Segunda Guerra Mundial" de Raymond Cartier, editada por Paris-Match, dos gruesos volúmenes repletos de texto ágil, exhaustivo y ecuánime, soberbiamente documentado, salpicado de sabrosas citas, y aderezado con multitud de planos, dibujos y centenares de magníficas fotos, las más en blanco y negro pero también unas cuantas, soberbias, en color ("Una guerra antigua con fotos en color!!!" me asombraba yo). Conforme pasaron los años, aquellos dos tomos fueron devorados una y otra vez, prueba de ello son las cicatrices que las repetidas consultas fueron dejando en ellos en forma de roces, papel amarillento y alguna hoja rota... Cuando hace escasos años encontré otro par, en perfecto estado, en la feria del libro de ocasión de Valencia, no dudé en adquirirlos y poder así retornar y dejar descansar los ejemplares de mi padre...



Una de mis fotos favoritas que allí aparecen es esta, un impresionante convoy de aprovisionamiento de gasolina, "the pink blood of the war", en su lento y estoico camino del frente, compuesto de semitrailers cisterna enganchados a tractoras 4x4 Autocar U7144T (la primera) y Federal 94x43B/C (la segunda y todas las que le siguen). Las marcas del paragolpes en el Autocar son sencillas de identificar: ASCZ por Advance Section Communications Zone, 3990 TC por 3990 Truck Company, TRK 21 por Truck 21. El Federal que le sigue pertenece a la misma unidad pero con el numeral TRK 41. Ambas modelos montaban el mismo motor de gasolina de seis cilindros en línea, un Hercules RXC de 112 cv, y salvo por la cabina y algunos detalles eran prácticamente idénticos. Autocar produjo 11.000 unidades de su modelo, a los que hay que sumar los 2.750 ejemplares producidos por White bajo licencia con la denominación White 444T, y decir que en esos totales se incluyen los ensamblados por Kenworth y Marmon-Herrington con piezas suministradas desde las primeras. Mientras Federal construyó 8.119 unidades de su modelo. Ambas marcas comenzaron la producción con cabinas cerradas de metal, derivadas de sus modelos COE civiles, que no tardaron en convertir a variantes más espartanas con techo de lona que facilitaban además el transporte y almacenaje.



Cuando lleguen a destino, empezará la larga y tediosa tarea de rellenar con su vital cargamento, uno a uno, los miles de jerricans empleados por los vehículos en primera línea. Durante el febril verano del 44, sólo el consumo de combustible por parte de las unidades del US Army en Normandía variaba entre 1 y 3 millones de litros diarios (!!!), lo que da una idea del consecuente maremágnum logístico que suponía mantener en marcha tan voraz maquinaria. Súmense el equivalente del 21 AG británico y las cifras resultan escalofriantes...